Incertidumbre y certeza en Banxico

Las expectativas racionales se generan a partir de un conjunto de comportamientos que los economistas registramos de los consumidores, sobre todo acerca de la reacción que puedan tener respecto al futuro y es que vivimos en un mundo al que hay que dotar constantemente de seguridad, certeza, certidumbre, en general andar por caminos claros y preferentemente ya conocidos que permitan calcular las implicaciones venideras. Hablamos entonces de un patrón de comportamientos que nos señala el grado de sensibilidad de las personas que integran una economía ante algún cambio repentino.

Un ejemplo claro de este tipo de actividad son las profecías autovalidantes que se refieren a una situación creada a partir de un tipo de información que prevé el futuro de cierto modo, de forma tal que la propia expectativa es capaz de generar un escenario idéntico al de la especulación. Por ejemplo, un banco puede quebrar por los rumores acerca de su quiebra, pues es probable que los retiros sean masivos y le provoquen insostenibles problemas financieros.

A lo que voy es que en la economía como en el resto de la vida ocurre que las cosas son como aparentan ser y más les vale parecer lo que la mayoría considera certero y por tanto confortable. El trabajo de Carstens al frente del Banco de México (Banxico) es francamente deleznable, ha generado una simbiósis entre Banxico y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público  (SHCP), debido a lo anterior la autonomía y credibilidad del Banco Central de México está en entredicho y no es cosa menor, el riesgo latente es que éste se convierta en la fábrica de billetes que el gobierno necesita para financiarse y por supuesto crece la oportunidad para ocultar información confiable. Espero que no se propicie un ambiente de mayor incertidumbre y tensión entre los inversionistas pues no está bien vista la manipulación de monedas y billetes sin ton ni son.

La certeza respecto al Banxico es que no son los tiempos de Guillermo Ortiz, desacostumbrémonos a indicadores realistas y a las críticas que desde ahí se lanzaban contra el presupuesto y ejercicio fiscal, tengamos la certeza de que todo es posible y de que el gobierno panista tiene una caja chica para despacharse.