Por
supuesto esto no existe aún, pero seguramente estamos generándola y es que la
integración mundial, la imagen corporativa de las trasnacionales, el estrecho
vínculo financiero mundial, la flexibilidad laboral, el e-comerce y las uniones
monetarias deben estar como ítems del asunto.
Debemos
pensar en el tipo de consumo futuro, en el de las familias en tecnología, de
los impuestos al comercio electrónico, del impacto del dinero electrónico en el
equilibrio de las finanzas públicas, de los nuevos ataques especulativos, de la
competencia en internet y la transparencia de procesos
.
En el
futuro las conversiones de monedas se realizarán en electrónico por el mismo
consumidos, no se necesitarán las casas de cambio, el dinero electrónico será
el nuevo circulante, los servicios y el trato personal serán de nueva cuenta el
sistema detonador de nuevas economías de escala, en México somos especialistas
de esto, los empleos que se generan son en el sector servicio. La inversión se
encuentra de nueva cuenta en la educación y en el desarrollo sustentable.
El uso de
energías alternativas y los materiales biodegradables marcan nuevas tendencias
en la oferta de automóviles y casas. El campo parece fértil y el trabajo arduo,
ansío regresar a la economía con una vasta y nueva oferta de preguntas por
resolver.. ¿Economía
posmoderna? ¡Pos si!
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