O te
chingas o te jodes
Una más de
las películas que ha incitado cambios importantes en la sociedad mexicana es
por supuesto La ley de Herodes que inicio
una época de crítica abierta y de ejercicio de libertad de expresión en el
ámbito fílmico, pues tuvo que ser exhibida tras una fuerte presión por parte de
la comunidad civil, cinematográfica y mediática.
Resulta que
la historia de censura quiso iniciar en el festival de cine francés en Acapulco
en dónde anunciaron de manera súbita que no se presentaría, sin embargo el
director difundió entre los participantes un complot contra su proyección con
lo cual logró echar atrás el boicot. Lo mismo pasó en la escena nacional pues
se esperaba estrenar en el año 2000 precisamente antes de las elecciones que
acabaron con el príato, las autoridades autorizaron su estreno pero para
diciembre de 1999 con la intención de “quemarla” siendo exhibida en sólo dos
salas: una de ellas en la Cineteca y otra en Cinemark, así la retirarían por
ley en quince días y pasaría sin pena ni gloria.
Luis
Estrada, el productor, peleó sus derechos ya que él no autorizó la exhibición de la
cinta en esas fechas y condiciones, el asunto terminó con la renuncia del
director de IMCINE.
El gran
escándalo suscitado al final del sexenio de Zedillo en realidad provocó una
gran publicidad gratuita y merecida para la cinta, misma que se convirtió en la
más taquillera del 2000 y en una clásica del cine mexicano.
El
escándalo histórico no le quitó el mérito a esta película cuyos principales
columnas son un reparto actoral de primera línea con gente como: Damián
Alcázar, Pedro Armendáriz, Delia Casanova, Juan Carlos Colombo, Ernesto Gómez
Cruz, Manuel Ojeda, Salvado Sánchez e Isela Vega. Otra de sus columnas de
soporte es la fotografía brillante y luminosa de Norman Christianson y el guión escrito por el mismo
director, Vicente Leñero y dos escritores más.
La historia es una comedia de enredos y humor negro en la que
el protagonista el Lic. Juan Vargas es nombrado Presidente Municipal Interino de
S an Pedro de los Saguaros por el
Secretario de Gobierno del Estado, pues el presidente municipal anterior fue
linchado por los habitantes. El Lic. Vargas inicia con gran júbilo su trabajo
creyendo que su militancia en el PRI por fin le había hecho justicia, sin
embargo al darse cuente de las condiciones paupérrimas del pueblo decide
renunciar pero su jefe lo fuerza a quedarse y le entrega una pistola
y una constitución diciéndole que con eso puede hacer lo que quiera y allegarse
de los recursos necesario, tras lo cual inicia con una administración llena de
impuestos y multas respaldadas por la ley que lleva en la mano, cuya aplicación
la realiza a conveniencia. Por supuesto
el asunto de fondo resulta ser un país lleno de mentiras y corrupción política,
la modernidad se ofrecía como un dulce a los pueblos de nuestro país y la
autoridad se imponía a través de la fuerza pública (la pistola) y la aplicación
de la ley (la constitución), la historia del gobernante de menor envergadura en
nuestro país nos ilustra sobre la cadena de corruptelas y presiones políticas
de nuestro sistema político nacional y, al mismo tiempo, de la imposibilidad de
eludirse de esa dinámica.
A diez años
de la alternancia del PRI al PAN en el país la dinámica es la misma, el cambio
de partido en el poder nos quedó a deber, ni la democracia, ni el derecho, ni
la economía se han escapado a los graves problemas mundiales que nos hereda la
modernidad, éste paradigma de la filosofía material actual es mucho mayor que
la dinámica de cualquier país, esa también es la ley de Herodes.
Cambiaste la constitución??? tu si estas bien..., así es muy buena película, concuerdo contigo y en general creo que la mayoría percibimos que la situación sigue como se muestra en la película, pero de todas formas hay que seguir intentando
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