lunes, 5 de abril de 2010

Ciudad chilanga


La verdad es difícil salir de vacaciones en semana santa, sobre todo pensando en lo saturados que estarán los sitios vacacionales favoritos de los defeños. La opción de quedarse a disfrutar  de la ciudad no es mala opción porque nuestro DF es un espacio rico y pluricultural en el que convive la diversidad, por ejemplo podemos tener amigos provenientes de cualquier otra ciudad de nuestro país e incluso de otros países y para socializar existen diferentes lugares, por ejemplo los bares y cafés de la Condesa, los restaurantes y museos del Centro, los lugares tradicionales como el bosque de Chapultepec, el Centro de Coyoacán, y los canales Xochimilco entre otros.
Nuestra ciudad es una gran urbe privilegiada con servicios (algunos malos) como agua, luz, drenaje, medios de transporte, vías de comunicación, internet, centros de diversión, centros comerciales, restaurantes, bares, cantinas, en fin... una gran ciudad.
La cantidad de museos en nuestra ciudad es impactante son 72 que van desde el museo del automóvil, el de la caricatura hasta el de arte contemporáneo y el de historia, la zona sur de la ciudad es particularmente contenedora de muchos de ellos y es en esta parte de la ciudad en la que se localiza Ciudad Universitaria que es el campus central de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, aquí se albergan dos museos, se trata del Museo Universitario de Ciencias y Arte, MUCA, y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo MUAC, además de museos alberga a Facultades, Escuelas, Centros e Institutos así como espacios escultóricos, áreas verdes, incluso el área principal fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
La Universidad surgió en 1551 como la Real y Pontificia Universidad de la Nueva España en el centro de la ciudad, lugar en el que aún se conservan espacios arquitectónicos de relevancia histórica, política y cultural, el cual está repleto de museos, negocios, restaurantes, bares y edificios de gran importancia tal como el edificio de correo, el Palacio de Minería, el Palacio de Bellas Artes, San Ildefonso y San Jacinto entre otros, la única recomendación es que para asistir lo óptimo es no ir con automóvil porque el tráfico es realmente agobiante... ese mal punto lo compensa caminar ya que atravesarlo es definitivamente un estampa muy real y contemporánea de México con todos los monstruos que ello implica, me refiero a las contradicciones, desigualdades, formas de vivir tanto nocivas como benéficas, un ritmo de vida desenfrenado que a veces rebota en los edificios coloniales y choca contra nuestra realidad para hacernos reflexionar, porque entre la belleza de la arquitectura colonial se encuentra también un cúmulo inimaginable de vendedores ambulantes que ofertan desde comida hasta piratería, la vorágine es incomparable con ningún otro lugar.
Es cierto que la Ciudad de México es un desorden, que está contaminada y que la participación  de sus autoridades es muy pobre tanto en el tema de orden como en el de justicia y aún más en el de equidad, pero debemos pensar en elementos favorables. Un acierto es el Metro, este es un medio de transporte eficiente y limpio con problemas en las horas pico pero en general con un buen servicio, lo malo del transporte es todo lo demás, es decir: peseros, taxis, metrobús, todo es un desorden y los que trabajan en ellos (choferes, despachadores, concesionarios y administradores) participan de un deporte nacional llamado corrupción, estas redes existen porque están en contubernio con las autoridades que solicitan dinero a cambio de evitar revisiones que los pongan en orden.
La cultura de la ilegalidad está sembrada en nuestra ciudad y aparece en todas sus formas tales como giros negros, comercio informal, corrupción y violencia, de ellas participan las autoridades, los políticos, la seguridad pública, los medios de comunicación y la pobreza de millones de defeños. Añadamos un último e importante ingrediente a este popurrí: el espíritu gandalla de los habitantes del DF porque somos ventajosos, tramposos, mentirosos, solidarios, llenos de jergas, guadalupanos, consumidores de piratería y de informalidad, mexicanísimos pues, somos la plaga chilanga.

4 comentarios:

  1. ja ja ja ja, excelente me gusto, s mas podria de ser que tienes el tipico tono ironico chilango, ja ja ja ja, excelente. ah pero se te olvido decir algo que en el Df hemos adquirido la fama de bajar de palomita deltranspote publico, por que te bajas rapido o te bajan y la forma de aterrizar ya va por tu cuenta......

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  2. Jajaja, de acuerdo, en una versión 2.0 consideraré las formas de descender de los transportes públicos. gracias por seguir posteando

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  3. Y donde dejo los comentarios a la poesia. Buenos versos.

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Comentarios