La
inmoralidad de un gobierno que encubre la necesidad de intervenir con la
premisa de guerra justa fabrica espacios especializados en la generación de
armas, mismas que además son ofertadas sin mayor control que la presentación del
permiso de conducir, que incluso se regala al abrir en un banco una cuenta de
ahorro.
Somos los
vecinos incómodos del mayor productor de armas e intervencionista de la
historia mundial actual. Con los Estados Unidos de Norteamerica de vecino no es
difícil imaginar que es el mercado más deseable para los narcotraficantes y que
en pago reciben armas de la mejor calidad. El círculo perverso del narcotráfico
es una guerra perdida porque se encuentra impregnada en el tejido social que
genera adolescentes que asesinan a sus compañeros de escuela y que son fruto de
las propias contradicciones de aquél país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios