Las
cifras macroeconómicas que reflejan mejoras conforme el equipo de trabajo de
Calderón le dice muy poco a los bolsillos de los mexicanos. Resultados
recientes del investigador David Lozano Tovar de la Facultad de Economía
señalan que: los patrones de consumo en el último año y medio se han
transformado seriamente en detrimento de la calidad y valor nutricional de los
alimentos que compran.
La
tortilla por ejemplo, que es expendida en supermercados es de un valor 66% más
barata que en una tortillería pero sus propiedades nutricias dejan mucho que
desear porque la cantidad y calidad de almidones con que se elabora es mucho
menor pues son saturados. También el consumo de carne de pollo, res y cerdo ha
disminuido, porque para consumo de las familias quiénes se encargan de las
compras están adquiriendo no un kilo sino 750 gramos, la carne está siendo
sustituida por sopa de pasta, esto lo demuestra el aumento en las ventas de
este producto en un 30%.
Los
desayunos escolares están siendo completados con salchichas y jamón de baja
calidad, altos en grasa y sodio. Por último, el aumento de medicamentos
genéricos aumentó en 80%.
La
situación económica es clara, no hay mejoras y no es nada que no supiésemos. ¿Alguien
podría informarle de esto al presidente?
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