La
filosofía Funky nace de la metáfora de una empresa denominada
Funky S.A en la que ocurren y se presentan grandes cambios respecto a
las empresas clásicas, es una empresa generada en la posmodernidad
que comprende grandes cambios, es heterárquica, plana, circular y
flexible.
Los
productos se venden por grandes marcas, muchas veces el contenido
importa menos que la marca que representan, se ha perdido el elemento
de origen, ahora las multinacionales generan consumos localizados
pero a través del valor de su marca, la gente consume lo que su
modo de vida representa y elige dentro de lo que le ofrecen, no puede
ser de otra manera.
Los
mercados localizados generan nichos focalizados para tipos de
consumidores diferentes, los gadgets, la ropa, los perfumes, todo
puede ser personalizable siempre y cuando se cubra con el costo de su
producción. La gente se identifica con marcas, se hace pertenecer a
un grupo y se forja una personalidad.
Estar
conscientes de lo que significa la modernidad provoca un estado
sensible que se conoce como posmodernidad, en el que el conocimiento
tácito de lo que involucran los elementos más simples nos lleva a
generar nuevas estrategias de desarrollo profesional y personal.
Ser
Funky es tener en cuenta todos estos procesos y decidir si el mundo
tal como existe puede brindarme los elementos necesarios para que yo
me realicé como persona y cumpla con mis ideales y compromisos que
me hacen una persona diferente y capaz de allegarme mi propio
concepto de felicidad, en resumen es que en las condiciones más
adversas cada uno trace un plan personal y lo desarrolle al límite
creándose una imagen, una forma de conducirse y enfocándose al
área de desarrollo que elija, por eso be funky.
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