En días
pasado el presidente de México Felipe Calderón anunció que nuestro país alcanzó
en abril el mayor crecimiento en los últimos 17
años respecto a la generación de empleo con un
registro de 92 mil 405 nuevos empleos, por lo
que durante el año se han creado 382 mil nuevas plazas.
Según cifras
del propio INEGI 28.6 por ciento de la población ocupada trabaja en el sector
informal, es decir una tercera parte de los empleos totales, lo cual quiere
decir que 12.5 millones de personas se encuentran en esta situación, en este
rubro tienen otro récord pues es la cifra más alta en 5 años. De los empleos
generados únicamente en 2010 uno de cada dos corresponde a la economía informal,
dicha labor no goza de seguridad social, sueldos fijos ni prestaciones.
Un dato para
añadir es que en INEGI desaparecieron a un millón de mexicanos, esto porque en
el último trimestre de 2009 registraban a 47,041,909 mexicanos en edad de
trabajar mientras que en el primer trimestre de 2010 el dato corresponde a
46,092,460, lo cual impacta a las cifras de desempleo.
La
precarización laboral es el adjetivo para el sexenio del presidente del empleo,
lo confirman opiniones incluso de la iniciativa privada pues los analistas de
Banamex Arturo Vieyra y Sonia Machain afirmaron contundentemente que “continúa
el deterioro en la calidad del empleo”.
Con estos
datos podemos intuir de qué se trata la reforma laboral, pero para ello será
necesaria una nota más.
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