Cuando los niños del istmo de Tehuantepec se enferman mucho,
sus madres los llevan a atenderse con cuanto doctor se encuentren, los llevan a
santiguar, a sobar y puede ser que no le encuentren la cura y permanezca
decaído, pero no falta la vecina o la cuñada que sugiere que venda al niño,
este es un ritual muy particular pero para los lugareños es la solución a tal
problema.
Buscan una viuda para venderle al niño, pero ¿qué es eso de
vender al niño?, en realidad no se trata de una transacción comercial mundana
sino que los padres del menor se van a compadrar con la viuda, de tal forma que
cuando sea el día indicado para “venderlo” todos los involucrados se citan en
la iglesia, la madrina lleva un listón del color que sea y un dije que es una
moneda de uno, cinco o diez pesos, frente al altar ella, la madrina viuda, le
pedirá al santo que cure, proteja y cuide al niño que va a comprar, le cuelga
la moneda pendida del listón y moja una flor en cera derretida de una vela,
misma que le unta por todo el cuerpo, mientras esto ocurre la madrina le
entrega (léase vende) al santo el niño a través de la encomienda de su salud y
su vida futura por medio de oraciones y es tanta la fe en este rito que el niño queda curado.
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