De
ninguna otra manera pudo ser, porque desde el principio las formas naturales y
su facilidad con el manejo del papel le obligaron a recrearlas como piezas de
arte que en definitiva no son resultado de la inspiración, sino de un mecanismo
de interacción con el medio, una forma de vivir y sentir la realidad, por
ejemplo donde todos vemos árboles él ve ents[1],
donde vemos ancianos él se dibuja hechiceros, a los rasgos de la gente común
los visualiza como máscaras…. de hecho acerca de él no tengo claro en dónde
vive y si siempre aparece desde un sitio común.
Algunas
constantes en su obra son: el movimiento, la textura, los matices, las formas
reales, el carácter, la identidad, las colas largas, los ojos estirados y las
narices prominentes, pero sobre todo la sensación de complicidad que provoca
cada una de las piezas porque son independientes al autor, las ha creado y las
arrojó al mundo para que se dejaran manosear e interpretar, tienen detalles
precisos en sus formas, él las cuida como quien sabe que no las volverá a ver y
ellas hacen bien en dejarlo porque se nota que no le deben pertenecer por
siempre pues proceden desde otro mundo del que tenían que liberarse de alguna
forma y lo eligieron.
La
cartonería (habilidad manual desarrollada por su persistencia explorando y
manejando materiales auxiliares a través del tiempo) lo encaminó de ese primer
sitio de trabajo a otro más profundo que se vincula con otra de sus pasiones:
la obra literaria de J.R.R. Tolkien que le marcó un camino para lograr piezas
excepcionales como son sus dragones y
ents que se sienten con la
imaginación, la esencia de la Tierra
Media de El hobbit y El señor de los anillos.
Su
obra actual es un pretexto inmejorable para casarla con la cartonería, el
espacio mítico, denso, emocional, áspero de sus piezas nos coloca
irremediablemente en un espacio donde el papel con su naturaleza y color simple
hace maridaje con la prosa elegante, detallada e impecable de Tolkien por eso repito, su destino era éste, de
ninguna otra manera pudo ser. [2]
[1]
Ents, hombres árboles de la literatura de Tolkien.
2
Por cierto siempre me referí a la obra de César Espinosa, artista plástico-cartonero especialista en máscaras y figuras tanto alebrijadas cuanto
tolkenianas.
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