Desde hacía por lo menos seis meses Grecia ya presentaba
déficit en su gasto público, pues es un país que se adhirió con mucha
dificultad a los planes de la Unión Europea, lo mismo pasó con España, son
países con necesidades en gastos sociales muy fuertes, además con instituciones
y autoridades administrativas que actúan con mucha discrecionalidad.
La ventaja que vieron estos países para anexarse a una unión
monetaria a través del euro era sobre todo la estabilidad que les brindaba un
tipo de cambio mucho más fortalecido y respaldo por un conjunto de países
fuertes, sin embargo los países pobres lo único que podían aportar es mano de
obra barata. Por supuesto, la división internacional del trabajo funciona
también por zonas y a esto se le conoce como dinámica regional (México es el de
la mano de obra barata en el bloque del América del Norte).
El incremento del desempleo en todo el mundo tras la crisis
de 2008-2009 provocó la necesidad de intervención estatal en programas de apoyo
a la generación de empleos, por lo que el gasto gubernamental se elevó, algunos
países pudieron responder y se crearon nuevos empleos, sin embargo los países
como Grecia se quedan en el camino y tardan en que sus ingresos a través de un
mayor número de contribuyentes (trabajadores) se igualen a sus gastos.
Los beneficiados de la tragedia griega son en primer lugar las
corporaciones que participan en los mercados financieros internacionales cuyo
juego intermitente en la especulación les genera grandes sumas de capitales
inmediatos. En segundo lugar tenemos como beneficiado al Fondo Monetario
Internacional (Estados Unidos en lo particular) que tiene como rol en la dinámica
global ser el calificador del desempeño monetario de las economías en el mundo
y controlador al ser un organismo internacional que genera patrones estandarizados
de comportamiento que deben cumplir las economías locales para recibir líneas
de crédito que les permita hacer frente a una crisis o garantizar una imagen de
mayor fortaleza ante los ojos del mundo.
La línea de crédito otorgada a Grecia y el paquete de austeridad
exigida realmente se encuentra sobredimensionada y mal planificada porque finalmente
no resuelve el problema de fondo de desempleo en ese país, sino que le impone medidas
económicas que no harán sino llevar al fondo a la economía griega. En fin, el
plan de rescate para Grecia, si es una tragedia porque los únicos que no se
benefician son los griegos.
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